Acabó la Vuelta de este año, que un año más ha entrado en Madrid pasando muy cerca de mi casa. Así que he salido a ver al pelotón como hice el año pasado. He ido al mismo sitio, a la misma hora. El año pasado éramos muy poca gente, hoy éramos muchos más y eso me ha alegrado muchísimo.
Ya sabemos cómo es el público deportivo español, que se mueve por rachas dependiendo del deportista de moda. Nos guste o no la cosa es así y el ciclismo necesita figuras que lo potencien y que compensen la mala prensa que ha sufrido los últimos años. Alberto Contador es ya casi un ídolo de masas, eclipsando a Valverde, que hasta ahora parecía el más mediático.
Pero no olvidemos que en una semana se celebrará el Campeonato del Mundo y que Freire puede ganar su cuarto título y convertirse en el primer ciclista en lograrlo. España va a Varese con una selección de ensueño y muy mal se les tiene que dar para que no puedan con Boonen o Bettini. Además de Freire tenemos un gran candidato con Valverde, que llega en óptimo estado de forma. Se cerraría así el mejor año en la historia de nuestro ciclismo, con tres ciclistas españoles ganando las tres grandes, con el oro olímpico y con el Campeonato del Mundo.
Hay quienes ven en España el último reducto del dopaje mundial, y a ello achacan una racha de triunfos que dura varios años y va a más. Yo veo el renacer de la ilusión por este deporte, y espero que recuperemos el respeto que se merece y que nos merecemos quienes amamos el ciclismo.