Madrid es una ciudad especialmente hostil para las bicicletas. Al infernal tráfico y poco respeto de sus conductores se une la falta de voluntad política para formentar el uso de la bicicleta como vehículo urbano. Madrid es probablemente la única gran capital europea sin servicio público de alquiler de bicicletas y, desde luego, la única ciudad importante de España que no dispone de dicho servicio.
Pero cada vez es mayor el uso de la bicicleta en Madrid, y es cuestión de tiempo el que acabe imponiéndose como alternativa al uso de vehículos a motor. Buena prueba de ello es una magnífica página en la que se recopilan las calles más tranquilas y, por tanto, seguras para circular en bicicleta por Madrid. Se trata de planos muy detallados, indicando sentido, tipo de firme, cruces conflictivos, pendientes y prioridades peatonales. Esto último nos ha gustado especialmente, pues siempre mantendremos que los ciclistas deben circular por la calzada, como el resto de tráfico rodado. Las aceras son para los peatones y sólo deberán usarse en bicicleta por niños, que estarán instruidos para respetar escrupulosamente a los peatones.
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