| Otro sueño cumplido. Hacía años que quería sentir ese orgullo que nos invade a los cicloturistas cuando ascendemos puertos que tienen su historia dentro del ciclismo, que quería tener en mi currículum las cimas más nombradas cuando el Tour pasa por los Pirineos. Y ha sido posible al fin, en unas vacaciones no planteadas con mucha antelación, pero que en mi cabeza tenía desde hacía tiempo los itinerarios posibles. Fue decidir que iríamos a los Altos Pirineos franceses y en menos de lo que se piensa, tenía ya planificadas las etapas, aunque luego las cosas no siempre salen como se desean. Con la premisa de entrar en Francia por un punto y salir por otro distinto, la idea básica fue subir en línea recta desde Nonaspe a cruzar el túnel de Bielsa-Aragnouet, y volver a España por el Portalet. En medio, siempre hacia el oeste, ascender todas las cimas y puertos que me fuera posible. Aspin, Tourmalet, Gavarnie-Boucharo, Luz-Ardiden, Troumouse, Soulor, Aubisque... Todos ellos forman parte ahora de mis recuerdos, de mis vivencias más intensas junto a mi bicicleta. Aunque pueda parecer sólo al alcance de escaladores, la verdad es que me los he tomado con la filosofía de la paciencia y la tranquilidad. Cuatro de los días sólo subía un puerto, lo cual es muy fácil de hacer, y las etapas han sido muy cortas en kilometraje, ya que quería compartir con mi mujer y mi hija todo el tiempo posible. ******************* Han sido 7 días: 7 salidas cicloturistas, 459 kms y 10.463 metros de altitud acumulada. Toda una experiencia positiva, un hermanamiento con la Naturaleza, en un mutuo respeto que no olvidaré nunca. (Y por si se me olvidara, que la vejez tiene esas cosas, aquí queda este escrito para recordarlo). |